Xalapa, Ver. – En Citlaltepec las festividades tradicionales son un reflejo de la esencia huasteca, especialmente en fechas como el Día de Muertos, donde se realiza el “Xantolo”, una celebración que llena las calles de coloridos altares, danzas y música.
¿Qué es
el Xantolo?
El Xantolo es la festividad de Día de Muertos en la región
huasteca, que incluye los Estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas.
Durante esta celebración, el altar juega un papel fundamental, ya que representa el vínculo entre el mundo de los vivos y el de los muertos, el altar se convierte en un espacio sagrado donde se recibe y honra a los espíritus de familiares y seres queridos que regresan a casa en estos días especiales.
Andrés Hernandez Cruz residente de la cabecera municipal de Citlaltepec, nos cuenta como su padre le inculcó esta tradición desde pequeño y lo que para el significan estos días, primero argumenta que, en Tamaulipas, el Estado vecino, están perdiendo la tradición tal vez por su cercanía con la frontera.
Cuenta que cuando él era joven en su casa se acostumbraba a
llevar a un rezandero, este tiene la labor de nombrar a todos los que ya no están
presentes dentro de la familia, para hacer el oficio del rezandero se compra un
cuadernillo que contiene las letanías, cantos, ya sean nuevos o viejos, esto
dependiendo lo que pida el dueño de la casa, se venden en la iglesia del pueblo
y este va obteniendo la experiencia mediante la práctica.
Andrés afirma que a sus 70 años el sigue llevando a cabo los tradicionales
rezos ya que para el esto es una forma de no olvidarlos.
Menciona elementos importantes dentro de su altar los cuáles
no pueden faltar como los son: el arco este va montado sobre una mesa y se crea a partir de un tipo de varas especiales las cuales se obtienen de un arbusto denominado
“palo sol”, este al ser flexible es ideal para darle la forma curva, la cual se
adorna con plátano, naranja, pan y dulces.
En la parte gastronómica se elaboran conservas hechas a base
de frutas de témpora que año con año se procuran tener para estas fechas,
cuando inicia el mes de Octubre la gran parte de las frutas ya deben de estar
listas como: la calabaza, el cahuayote y la yuca.
Sin faltar el zacahuil y los tamales de pollo, de res con frijol, de carne
de puerco, de camarón con calabaza o con frijoles, siempre acompañados de café o
chocolate.
Nos señala que un 80% del pueblo aún conserva la tradición y
la siguen manteniendo firme, sin embargo, la llegada de nuevas religiones puede
ser el factor que hace que cada vez más personas dejen de celebrar estos días
ya que esta es una tradición católica.
Argumenta que dentro de la celebración el no encuentra ningún
elemento que ya se haya perdido, solo que algunas personas colocan el altar, pero
ya no suelen rezar, las adaptaciones del arco solo se deben al presupuesto que
tenga la familia.
Se dice que el 1 de Noviembre se le reza a los niños y el 2
a los adultos, pero Andrés explica que al haber pocos rezanderos no les da
tiempo de cubrir todas las casas y los rezos se extienden hasta el día 30 de
Noviembre, señala que dentro del pueblo puede haber aproximadamente más de 20
rezanderos.
Como parte de las celebraciones extendidas, los primeros
quince días de Noviembre en el panteón municipal se lleva a cabo el tradicional
“Chavario”, es aquí donde las familias se congregan en las tumbas de sus
difuntos, donde el sacerdote ofrece una misa y bendiciones, la ceremonia
incluye rezos, cánticos y es común escuchar danzas y sones huastecos que
enriquecen la ceremonia, la música de violín, jarana y guitarra quinta acompaña
el ritual, llenando el ambiente de melodías tradicionales.
Finalmente, Andrés aconseja a las nuevas generaciones que no
se olviden de su familia y que sigan llevando a cabo la tradición, él no ha
podido impartir esta tradición a sus hijos ni nietos ya que estos se encuentran
fuera del Estado, algunos viviendo en Monterey y otros en Ciudad de México, la migración
y la búsqueda de un mejor sueldo, le ha hecho imposible el poder transmitir el
sentimiento que el tiene por estos días.
Por: Adrian Hernandez & M.