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Xalapa, Ver. - Hace mucho tiempo en la Capital veracruzana, cuando no se le reconocía como Ciudad y las calles eran veredas, se produjo un evento extraño.

Se relata que un día Juan Tepach se presentó alterado en la iglesia buscando a un cura para pedirle su ayuda, ya que pensaba que su vivienda estaba siendo tomada por las manos de un ente maligno.

Las personas contaban que, al pasar por casa de Juan, al lado de un montón de rocas se escuchaban quejidos, las personas se sentían acechadas y se les erizaba la piel, el campesino preocupado decidió contarle sus inquietudes al cura, el cual, al escucharlo, se dirigió a la casa del campesino para rociarla de agua bendita.

Al estar ahí y no ver los rastros de alguna entidad, el cura comenzó a dudar de las palabras del campesino, ante esto, Tepach decidió mostrarle el montón de rocas del que le había hablado.

En cuanto el cura comenzó a rociar las rocas con agua bendita, se comenzó a escuchar un quejido que les erizó la piel y del suelo comenzó a salir un ser que en lugar de ojos contaba con dos brazas ardientes y su cuerpo se encontraba oculto bajo la larga cabellera.

El cura al verlo comenzó a azotar el ser con la cuerda bendita que portaba en su cintura, este al ser alcanzado por el primer golpe comenzó a gritar, entre sus gritos pronunció “¡Xalapa morirá de agua!” para después desaparecer entre las rocas y nunca más se le volvió a ver.

Para el mes de "Moustubre", en "acento", te traemos algunas leyendas y cuentos espeluznantes.

Por: Diana